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¿Qué pasa cuando aparece el TDAH?


El trastorno por déficit de atención es una alteración bastante frecuente entre los niños en la actualidad. Este trastorno tiene síntomas muy característicos y se manifiesta en la mayoría de las áreas de la vida del individuo que lo padece. En este trastorno se pueden ver afectados en el paciente, ciertos ambitos y las dificultades se presentan, principalmente en lo familiar, escolar, social y afectivo. Identificar la presencia del TDAH ayudaría a que se eviten las consecuencias que con el trastorno surgen, pues los diferentes ambientes o contextos que se pueden ver implicados negativamente impedirán que el niño se desenvuelva adecuadamente en el medio y que su desarrollo integral sea óptimo. 

Definición
El TDAH es una afección que ejerce influencia en casi la mayoría de las áreas de la vida del individuo que lo padece. De la Peña Olvera (2000) dice que:
El TDAH es una enfermedad crónica, de inicio en la infancia y que en la mayoría de las ocasiones persiste en la adolescencia y en la vida adulta, se caracteriza por una tríada sintomatológica: inatención, hiperactividad e impulsividad que producen deterioro en el funcionamiento familiar, académico, social o laboral. (pág. 243)
Una de las características del trastorno como lo es la inatención, al realizar actividades que otra persona lo podría hacer con normalidad, incapacidad de seguir instrucciones, tendencia a perder objetos o tareas, inclinación a no terminar tareas que inicia o a evitar hacer cosas que le exijan mucho esfuerzo; la hiperactividad que se traduce en la dificultad que tiene el paciente para controlar su comportamiento y permanecer quieto, cuyos movimientos pueden hacer parecer que está nervioso; tendencia a aburrirse rápido y dificultad para realizar actividades con otras personas. Otra característica es la impulsividad, el paciente por lo general tiene la tendencia a decir lo primero que se le venga a la mente, sin primero analizar, actúan sin medir las consecuencias y proceden con la motivación del placer.

El TDAH afecta el área cognitiva y comportamental del paciente, ya que este es un trastorno del neurodesarrollo infantil, es por ello que, indagar los aspectos sociales, escolares y afectivos, contribuirá a identificar en qué grado se encuentra la afectación de estas áreas mencionadas pues todas estas afectaciones dejan huella en la vida del paciente.

Por lo general el área que mayormente se ve afectada es el nivel afectivo, pues el trastorno ejerce una compleja influencia muchas veces negativa sobre las áreas de vida del individuo. El paciente con TDAH es mal entendido por los que lo rodean, y, a pesar de que es capaz de tener una vida normal existen ciertas conductas que le dificultan desarrollar de forma convencional sus potencialidades en el área social, académica y familiar.

Algunos de los problemas que se presentan dentro del ámbito familiar es que el sujeto se siente incomprendido o “fuera de lugar” propensión a haber conflictos entre los miembros de familia (padres, hermanos, etc.). En la vida cotidiana por su comportamiento tienden a meterse en problemas razón por la que los padres los castigan o no pueden realizar actividades en familia; siempre tienen que estar en compañía de alguien. “Los padres suelen describir a su hijo como un niño difícil e inquieto desde siempre, con dificultades para controlar y que tolera mal los cambios.” (Mas Pérez , 2009, pág. 251). Cuando algo no sale de acuerdo a lo que quieren se frustran fácilmente e incluso es muy común que recurran a las rabietas. No solo se ve afectada la relación padres-hijos, sino también de la pareja, en la medida en que éstas han reducido o renunciado a sus relaciones sociales a causa de ello. Los Padres generan sentimientos de culpabilización y sentido de incompetencia lo que también se refleja en los niños con TDAH.

Una de las características esenciales, es que el trastorno se evidencia en varios contextos donde se desenvuelve el niño y el ámbito académico por menos es la excepción. Cuando se encuentran en el centro educativo, muchos padres reciben quejas de los maestros de que, en el curso tienen problemas para mantenerlos quietos y que por eso muchos tienen accidentes o conflictos con otros compañeros (Mas Pérez , 2009). Los conflictos atencionales se manifiestan mucho más, hay tendencias a repetir el curso, expulsiones del aula, problemas de rendimiento, dificultad en la lectura y la aritmética, dificultades para atender las instrucciones, dificultad para recordar lo aprendido, frecuente inquietud para mantenerse quieto y falta de control de las respuestas.

Mas Pérez (2009) manifiesta que: “Dado que en bastantes casos se aprecia un déficit en la memoria de trabajo y lentitud en el procesamiento cognitivo, nos encontramos con nuevos factores que influyen desfavorablemente en la integración de conocimientos y habilidades instrumentales por parte de los niños afectados.” (pág. 252). Existen razones sostenibles para decir que los niños con TDAH muchas veces no pueden controlar su rendimiento escolar totalmente, algunas personas creen que es solo una excusa para no cumplir como se debe o para recibir atenciones especiales.

Como todos los seres humanos que se manejan en una sociedad, deben estar en contacto con otras personas y tienen la facilidad de hacerlo, pero no es lo mismo para las personas con este trastorno. Determinados estudios hechos para estudiar las conductas dentro del TDAH, han mostrado que las personas que padecen el trastorno manifiestan considerables problemas para  conductuales indican que tanto los niños como los adultos con TDAH muestran importantes dificultades para registrar e interpretar la información afectiva de otras personas (López-Martin, Albert, Fernández-Jaén, & Carretié, 2010).
Existen evidencias que dicen que el TDAH está relacionado con los problemas interpersonales de las personas que lo padecen, tomando en cuenta que tienen complicaciones para abstraer la información no verbal, es decir las expresiones faciales no les resultan tan evidentes, esto sumado a la impulsividad y la dificultad de filtrar sus pensamientos explican las bajas habilidades sociales, lo que provoca que sean excluidos de actividades extraescolares, a que tengan dificultad para crear relaciones duraderas con otros niños aunque por lo general hacen pocos amigos ya que son incapaces de mantenerse quietos y tienden a molestar a los demás.

Cuando estas áreas importantes se ven afectadas contribuyen a que el individuo tenga problemas en su afectividad haciendo que surjan otras dificultades.  “Muchos niños y adultos con TDAH tienen una baja tolerancia a la frustración y una dificultad crónica para regular sus emociones, características que los llevan a reaccionar de manera desproporcionada ante distintas situaciones o eventos” (Albert, López-Martín, Fernández-Jaén, & Carretié, 2008, pág. 41). Las personas con TDAH pueden presentar una labilidad afectiva lo que hace que su estado de ánimo cambie con facilidad al menor cambio, especialmente a tener sentimientos negativos 

Cuando el niño tiene problemas en su afectividad, nos solo se encuentra con dificultades para con los demás, sino consigo mismo, afectando a su autoconcepto. El autoconcepto es la representación subjetiva que las personas tienen sobre sí mismo, desde los pensamientos y sentimientos (Bakker & Rubiales, 2012).  El paciente se puede sentir incapaz para realizar sus metas, generar retos y desarrollarse como un niño normal, y es que, aunque puede ser un verdadero desafío entender a un niño con TDAH, es importante recordar que los niños que padecen este trastorno no son "malos", no "intentan hacerse ver" ni se portan mal a propósito. El compromiso no solo es de los padres, sino de todos los que le rodean, generar actitudes positivas, motivarlos a superar los problemas que se puedan presentar, crear un ambiente adecuado para el niño, ya que los problemas afectivos pueden obstaculizar un desarrollo integral y hasta presentar mayores patrones de desequilibrio emocional en la adultez.

Conclusiones
El TDAH es el trastorno que afecta la parte cognitiva, afectiva y comportamental del individuo, además, influye dentro de las áreas social, familiar y escolar, provocando dificultades en el desenvolvimiento con las personas que le rodean y en su rendimiento académico.

Las personas con TDAH tienden a ser excluidas de los grupos debido a su dificultad para realizar tareas de forma adecuada, causando sentimientos negativos en ellos como tristeza; estas situaciones se pueden presentar tanto en el hogar como en la escuela.

No necesariamente estas afectaciones se darán en todos los pacientes con TDAH, por eso es necesartio que familiares y el propio paciente tenga conocimiento sobre el trastorno y asi minimizar el impacto del mismo en la vida del individuo.

Referencias
Mas Pérez, C. (2009). El TDAH en la práctica clínica psicológica. Clínica y Salud, 20(3), 249-259.
De la Peña Olvera, F. (2000). El trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH). Rev Fac Med UNAM, 43(6), 243-244.

PUENTES ROZO, P; JIMÉNEZ FIGUEROA, G; PINEDA ALHUCEMA, W; PIMIENTA MONTOYA, D; ACOSTA LÓPEZ, J; CERVANTES HENRÍQUEZ, M L; NÚÑEZ BARRAGÁN, M; SÁNCHEZ ROJAS, M; (2014). Déficit en Habilidades Sociales en Niños con Trastorno por Déficit de Atención- Hiperactividad, Evaluados con la Escala BASC. Revista Colombiana de Psicología, 23() 95-106.

López-Martín, S., Albert, J., Fernández-Jaén, A., & Carretié, L. (2010). Neurociencia afectiva del TDAH: Datos existentes y direcciones futuras. Escritos de Psicología (Internet), 3(2), 17-29.

Bakker, L; Rubiales, J; (2012). AUTOCONCEPTO EN NIÑOS CON TRASTORNO POR DÉFICIT DE ATENCIÓN CON HIPERACTIVIDAD. PSIENCIA. Revista Latinoamericana de Ciencia Psicológica, 4() 5-11

Albert, J., López-Martín, S., Fernández-Jaén, A., & Carretié, L. (2008). Alteraciones emocionales en el trastorno por déficit de atención/hiperactividad: datos existentes y cuestiones abiertas. Rev

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